Este nokta empezó a redactarse hace varios días. Aún el lunes, todavía estaba esperando mi cena cuando se me salían las lágrimas mientras escribía esto antes de siquiera saber que solo era cuestión de horas. Es que son de esas cosas que se sienten, y a lo que uno llama coincidencias es realmente destino.

No es mi intención hablar de mí y de lo que me ha dolido la perdida del maestro, porque sé que para todos ha sido una noticia triste y que todos tenemos momentos valiosos con él y por ello somos muy afortunados. Pero si me gustaría compartirles lo que tuve la suerte de presenciar en esos últimos momentos y lo cual siento personalmente, es la mejor forma de hablar del maestro Arteche.

Alina, la hija del maestro resguarda su obra, su legado y sus últimos momentos de vida.

Alina Arteche es una mujer noble. Hija de quién dedicó su vida a compartir lo que sabía, porque la trascendencia se logra no por la fama, sino por los corazones que se llegan a tocar.

Alina Arteche es una artista, hija de quién vivió para la belleza y buscó la excelencia en su trabajo, de un hombre perfeccionista que encontraba en los detalles la sencillez y te guiaba para descubrir el movimiento de las cosas que respiraban.

Alina Arteche es una mujer de fe, hija de quién creía que la energía rige todo lo que conocemos y lo que no, en la bienaventuranza que le daban las fechas que tenían luna llena y de quién sabía de sobra que la vida tiene un tiempo, un espacio y un lugar para estar y para partir.

Alina Arteche es una mujer impresionantemente fuerte, pero su fortaleza radica en el amor que sentían hija y padre…

Alina Arteche es la hija del último gran muralista de la escuela mexicana de pintura, de aquel de quién Sonora recibió la luz, el color, las formas; de aquél con quien tuvimos la suerte de compartir un café, una exposición, una clase, una charla, un regaño, una lección, una motivación, una inspiración.

El maestro falleció el lunes pasado a las 10:25 pm. ese día, era cumpleaños de Alina. Y así como su padre la vió nacer, Alina vió a su padre partir en su último aliento. Toda la esencia del maestro se encuentra en ella. Gracias Alina. Gracias maestro, te debo mi renacimiento profesional y emocional a tí, ahora tengo la brújula. Farewell maestro, hasta que nos encontremos de nuevo, en algún lugar, en algún momento, en algún espacio.

Yairo, novio de Alina, quién estuvo todo el tiempo. Ayer fuimos al teatro a checar detalles del homenaje y probó el piano. La pieza me conmovió profundamente. Es para el maestro… Y por default, para Alina.

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El maestro Arteche y Alina.

0 Replies

  1. ALINA SIENTE MUCHO LA PARTIDA DE TU PADRE, UNA PERSONRA SENCILLA Y MUY AMABLE, IGUAL QUE TU!
    TE MANDO UN GRAN ABRAZO Y ESPERO Y SUPERES PRONTO ESE LAMENTABLE SUCESO.
    TU AMIGA: NANCY BAILON

  2. vengo del homenaje, aun siento un nudo en la garganta y solamente una vez en mi vida tuve la oportunidad de ver y saludar a Arteche, mi admiración a su hija por esa gran fortaleza, de celebrar la muerte de su padre y de no derramar una lagrimas mas de tristeza, porque como se lo dijo antes de morir, él no le enseño de tristeza.

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