Resulta que hoy se me acabo el nopal en mi casa, para mi jugo de las mañanas con toronja… Así que fuí a comprar uno y aproveché para comprar el periódico donde retomo mi columna cultural después de casi dos meses de no escribir. Gracias a mi editora por guardarme el espacio y ser paciente conmigo.

La comparto.

Nokta, Hablemos de Cultura es una columna de publicación semanal en Tribuna del Yaqui.

“Huye de sirenas, felicitaciones y voces falsas”… el título de este Nokta tiene que ver con una frase que le escuché a un maestro conferencista de la Universidad de Sonora por ahí en marzo, y hoy, no puedo encontrar otra cosa de la que más desee hablar que de los artistas soberanos del mundo.

Inicio mi reencuentro con ustedes citando a Federico García Lorca, a quién he estado recurriendo en estos últimos días para el apapacho de mi alma.

Advierto que si en el transcurso de mi columna, alguien se siente aludido, créanme de corazón, que lo hago con toda la plena intención.

Dice la Real Academia Española que la palabra “soberano” significa: “Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente, elevado, excelente y no superado. Altivo, soberbio o presumido.”

Voy a citar de nuevo a Lorca, cambiando la palabra original para la cual hace su texto, en lugar de “teatro” pongo “arte” y dice:

Un pueblo que no ayuda y no fomenta el arte, si no está muerto, está moribundo; si el arte no recoge el latido social, el latido, histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse arte, sino una sala de juego o un sitio para hacer esa horrible cosa que se llama “matar el tiempo”. No me refiero a nadie ni quiero herir a nadie; no hablo de la realidad viva, sino del problema planteado sin solución.”

Ahora imaginen el peso que tiene en sus hombros el artista. Malamente se piensa que un artista solo hace manualidades, o pinturitas, o playbacks, tampoco son solo los actores de cine de Hollywood.

El artista es un oráculo.

Para las personas que hemos tenido el gran privilegio de experimentar el arte y luego pasarnos al bando de la gestión cultural, sabemos que, una de nuestras prioridades es contribuir a dignificar al artista y su trabajo, para eso vivimos y a eso nos debemos. Pero una parte crucial de un gestor cultural es intentar guiar todas las piezas hacia un estándar de calidad, no sólo en manejo de recursos, si no en el fin último, su impacto, dígase el producto, el proyecto.

Tú puedes tener al mejor gestor cultural del mundo, pero si el artista no comprende lo que su presencia significa en el gran ciclo social, en lugar de impactar en el desarrollo, lo atrasa. Pero, un artista noble, puede cargarse el peor gestor cultural y aún así su trabajo hablará por sí solo.

No se confundan artistas ni pierdan la cabeza, el gran reto es la sinceridad.

Pueden ser ególatras y divos todo lo que quieran consigo mismos, yo misma lo soy también, pero si están trabajando con recursos de todos, y además con la gran responsabilidad de ser un ejemplo para los demás, permítanme decirles que tarde o temprano, se darán cuenta que la humildad no es lo mismo que bajar la cabeza.

La humildad es saber exactamente dónde está tu lugar en medio de un todo y cuál es tu responsabilidad como portador de una cosa tan valiosa como el arte.

Hay que comprender que el arte es un privilegio, y como tal, más que altivo, debes ser prudente.

Sigo y tomo de nuevo las líneas de Lorca:

“El arte es una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre.”

Haz lo que quieras, pero hazlo bien.

Esta columna no está dedicada para nadie en especial pero está inspirada en todos nosotros. Creo que Lorca, perteneciente a la vieja guardia, ha de tener algo de razón ¿no creen? Digo, el tipo tiene su trayectoria ¿no? y a la vieja guardia se le respeta y se le escucha.

Lo novedoso es tan relativo… y lo único que prevalece es el ejemplo y la técnica.

Artistas soberanos del mundo: mucho cuidado, que uno tiene oportunidad de hacer trayectoria solo una vez, todas las demás, son meras reinvenciones.

Les mando un abrazo y muchos besos! ¡Encantada de estar de regreso! Disfruten su fin de semana, dense tiempo y hagan cultura.

-Erika.

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