Es bien sabido por todos, que la Biblioteca Pública de Cajeme ha sido resguardada, protegida y solventada en gran parte por la voluntad y trabajo de ciudadanos comprometidos con el desarrollo cultural bajo el liderazgo de la señora Rossana Robinson Bours Muñoz y que, gracias a su dirección, el lugar floreció y ofreció un espacio para proyectos y propuestas que lograron una dinámica digna de un centro cultural integral.

Sin embargo, el problema siempre se concentra en el dinero. Con la reciente integración del recinto al Instituto Sonorense de Cultura, se pretende evitar recorte de plantilla, fortalecer los gastos operativos, mejorar el nivel de plaza directivo, poner atención a la antiguedad del personal, lograr que participen en escalafón y otros beneficios que estuvieron pendientes por mucho tiempo, así como mantener la programación del lugar. La intención era también, que su directora continuara al frente, pero con su renuncia se ha perdido una gran oportunidad de demostrar en caso práctico el funcionamiento de esa triple hélice de la que siempre hablamos en el salón de clases de gestión cultural: gobierno, sociedad e iniciativa privada. Cultural Jikau, ha sido, la columna vertebral que ha dado en el clavo respecto al modelo implementado en la Biblioteca Pública de Cajeme y todos reconocemos eso.

El esfuerzo aplicado en ese recinto y caso en particular ha dado frutos, y así mismo, con el apoyo de instituciones como ITSON, ya sea a través de su área de extensión universitaria o de la participación de estudiantes del programa educativo de Gestión y Desarrollo de las Artes, así como de tantos y tantos aliados que han sido parte de este caso de éxito, se muestra entonces cómo a través de una visión integradora, la gestión cultural profesional es parte de un engrane indispensable para la dinámica de una ciudad y sus espacios. Establecer redes de cooperación y colaboración siempre será una clave importantantísima para el éxito de cualquier proyecto.

La fuerza ciudadana que posicionó a la biblioteca, ha demostrado que se puede reconfigurar un espacio público desde la sociedad. Esa energía debe ahora replicarse como un modelo de éxito en alguno de tantos lugares que nuestra comunidad necesita y asegurar siempre transparencia para dar ejemplo de procesos.

En la biblioteca, al parecer, el problema del dinero estará resuelto al menos para operar con tranquilidad y saber con claridad a quién le toca o no pagar la luz. A simple vista, el problema ya no sera problema con la iniciativa de apoyo por parte del estado. A menos, claro, que el verdadero problema y por el cual los ánimos están a flor de piel, sea verdaderamente otro.

Textos que pueden interesarte:

Decreto que fusiona al Museo de Arte de Sonora, al Museo Sonora en la Revolución y a la Biblioteca Pública Municipal de Cajeme al Instituto Sonorense de Cultura: http://isc.gob.mx/2017/10/05/por-decreto-de-austeridad-se-fusionan-tres-organismos-al-isc/

Declaración de la directora de la biblioteca, Sra. Rossana Robinson Bours por con motivo de su renuncia: http://www.infocajeme.com/cultura/2017/10/renuncia-directora-de-la-biblioteca-publica-jcr/

Comentarios en rueda de prensa por parte de Mario Welfo Álvarez sobre el tema de la Biblioteca Pública de Cajeme:

Les deseo un excelente fin de semana a todos. Mi columna ya está de vuelta en Tribuna del Yaqui, ahora estaremos escribiendo los domingos. Agradezco las atenciones a Daniza, en esta nueva etapa del periódico y por supuesto a mi querida editora, Clara. 

Bebida en foto: Starbucks Chai latte (té negro infusionado con canela, clavo y otras especias cálidas)

Libro en foto: La Danza contra la muerte de Alberto Dallal, Instituto de Investigaciones estéticas de la Universidad Autónoma de México.

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