Esto de estar en primero de primaria es un poco complejo. No solo hay que resolver la identificación de signos, sonidos de sílabas, aprender cuando algo incrementa y cuando se resta, si no además, hacer nuevos amigos, descubrir la tiendita del recreo, hacer pequeñas esculturas, barcos, y un sin fin de obras de arte con cada palabra del alfabeto.
Entre semana, por lo general, le toca a la abuela o a la nana ayudarle a mi hijo con sus tareas, pero por supuesto que él se encarga de dejar al menos una para que la hagamos juntos y asegurarse de cumplir con la encomienda de su maestra que les dice “Hagan la tarea con la ayuda de sus papas”. Hay veces que aviso que voy a llegar tarde y ya no me toca hacer tarea, entonces realmente es los fines de semana cuando me toca a mí de lleno ayudar. Y por lo general, nos tocan las más largas.
En estos 3 meses de ciclo escolar, he aprendido que tengo que tener una papelería domestica aqui en la sala, que tengo que tener un studio de arte listo por que cuando me pongo a hacer la tarea con erik nos sale lo artista y luego nos olvidamos que estamos hacienda tarea y empezamos a alucinar.
Los domingos se han vuelto una linda rutina. Ambos sabemos que estamos juntos en esto, y nada me asombra más que observar poco a poco como Erik se va acostumbrando poco a poco a los nuevos códigos que antes no usaba, y los cuales serán de ayuda para nuevas ideas y pensamientos.
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