Nokta, Hablemos de Cultura es una columna cultural semanal y se publica todos los domingos en Tribuna del Yaqui.
Recientemente he estado analizando las propuestas para el desarrollo cultural por parte de los asesores de los candidatos a la presidencia de México. Todas son buenas y muestran fielmente el espíritu de la campaña de cada uno. Las propuestas están claras y definidas. A nivel nacional, la postura sobre el trabajo que hay que desarrollar en el tema de la cultura está claro al parecer, al menos para uno de ellos. Los apuntes de esos análisis y mi opinión pueden consultarlos en mi blog y los comentamos juntos si les parece.
Sin embargo, respecto al tema de la cultura en el panorama local, creo que estamos un poco perdidos. A ver, creo firmemente que hay urgencias que resolver antes que nada: seguridad, empleo y educación, por mencionar algunas de nuestra cotidianeidad. Pero hay algo que me preocupa de sobre manera, y es escuchar a los candidatos con un discurso polarizado sobre el tema: o ponen el peso en los hombros de la cultura de que a través de ella nuestros niños y jóvenes se alejarían de una vida infame o bien, es la llave que abre puertas de mágicas experiencias rosa pastel. Rechazo totalmente la narrativa sobre una cultura que me suena más a secretaría de desarrollo social o centro comunitario contra las adicciones. Esas son estrategias validas justificadas frente a un plan, un buen plan articulado de principio a fin con un modelo de gobernanza que respalde el que, además de atender lo propio de una secretaría de cultura, se justifique a través de la coherencia del extensionismo y la transversalidad este tipo de acciones.
Creo que se está cometiendo un grave error al mezclar el tema estrictamente de desarrollo cultural con competencias e impactos que le corresponden por naturaleza a otras divisiones de la estructura de un gobierno como son las secretarías de educación, seguridad y desarrollo social, y que existen por una razón. Me preocupa que no se toquen temas que son pilares para trabajar el tema cultural y que se metan en el mismo saco de otras discusiones.
No sé quienes son los asesores en el tema cultural de nuestros candidatos a la alcaldía (o si es que tienen alguno). Me gustaría saberlo. Es necesario saber su currículum y ver que tan actualizados están en temas de cultura y gobernanza. Porque para administrar cualquier tema, no basta con la voluntad o la amistad. Tengo hambre de líderes con visión quirúrgica, estratégica, holística, de tendencia, informada. Que tiendan puentes entre las tradiciones y usanzas de las diversas generaciones del gremio y la realidad. Una realidad dónde la cultura debe ser comprendida, estudiada y atendida más allá de lo que hasta ahora hemos visto en Cajeme. Por el amor de Leonardo Da Vinci, abramos nuestra mente y démosle el justo lugar al tema del desarrollo cultural en la agenda de gobierno.
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