Estaba buscando un razón, vagaba, en mi tarde llena de pendientes, harta, cansada, incluso hasta con esa actitud que caracteriza a una pareja de novios cuando ya no quieren verse más, así me sentía hoy antes de toparme con Roberto.
¿Alguien por piedad me puede regalar el libro? sería un muy buen gesto, salvarían a un alma desesperada por tomar un poco de agua fresca.
Creo que he encontrado un nuevo romance. Buscaré la manera de hacerme del libro.
(…)
 
 
Tomado de Whattoseeinmadrid.com
Roberto Jacoby nació en 1944 en Buenos Aires, Argentina. Estudió sociología y se dedicó al arte impulsado buscando expresiones estéticas que dieran cuenta de los procesos políticos que vivía Argentina y América latina a fines de los años 60. Considerado como uno de los primeros artistas conceptuales del mundo, participó en la muestra Experiencia 68 y Tucumán Arde.
 
Ecléctico y vanguardista incursionó en los happennings creando obras de construcción de realidad por medios masivos, y las deconstruyó en los contrahappennings realizando obras que utilizan como materiales otras producciones, arte que remixa el arte, tal como lo hacen los DJ, desmaterializando los procesos de producción, distribución y comunicación.
En el mensaje en el Di Tella, en 1968, postuló al arte como un diseño de nuevas formas de vida y se dedicó a investigar el conflicto social y la epistemología política.
 
En 1980 comenzó a actuar con el grupo Virus, para el que escribió mucha de sus letras con un particular uso del lenguaje que generó un nuevo concepto del rock, que llamó Estrategia de la Alegría y que tenía un significado político ante la desmoralización del pueblo argentino por los horrorosos crímenes de la dictadura militar y la derrota militar en la Guerra de las Malvinas.
 
Sus primeras acciones de arte se basaban en la materialidad de los medios, de la ciudad, de las relaciones sociales en general que eran susceptibles de ser usadas para realizararte, situación que hoy ocupan miles de artistas en el mundo.
 
A comienzos del 2000 se consagró a diseñar redes sociales abiertas y experimentales que expandieron la visibilización de centenares de artistas a través de Boladenieve, la revista Ramona y Proyecto Venus. También inició proyectos de autor como No soy un clown,Darkroom y La Castidad, que implicaron la colaboración de otros artistas.
 
El año 2010 la suspensión de su obra El alma Nunca Piensa sin imagen en la Bienal de Sao Paulo, por apología de la candidata a presidenta Dila Rousseff, causó un polémica en el mundo del arte por considerarla una censura política, a pesar que muchos consideraron que instalar una fabrica de propaganda a favor de la candidata en su espacio era provocador, pero que como obra carecía de contenido. La obra consistía en un estrado con micrófonos, fotos, videos e imágenes con esténcil de Dilma Rousseff, que estaba en contraposición a su principal contendor, el socialdemócrata José Serra.
 
Además, Jacoby y un grupo de sus ayudantes lucía camisetas que decían “Argentina por Dilma”.
Excéntrico y controvertido es Roberto Jacoby, por eso que su obra conceptual siempre es motivo de polémicas y discusiones en la crítica de arte. Para conocer su extensa carrera y su obra que cubre el período político más complejo de Argentina, asista al Museo Reina Sofía si está en Madrid. Y para completar los buenos momentos descanse en apartamentos en Madrid
 
—-Tomado de LaCentral.com
 
 
Por primera vez se reúnen proyectos, manifiestos, canciones, conversaciones y otros textos del artista y sociólogo argentino Roberto Jacoby. Este libro da cuenta de su participación en iniciativas tales como: el grupo Arte de los Medios, Be at Beat Beatles, Tucumán Arde, la antirevista Sobre, el grupo de pop-rock Virus, las fiestas itinerantes del club Eros, microsociedades como Chacra99 y el Proyecto Venus, la revista ramona, Darkroom, La Castidad, la Brigada Argentina por Dilma y muchas otras experiencias colectivas que exploran la capacidad del arte de inventar nuevas formas de vida. Un ejercicio vital de arqueología autocrítica (que elude la rememoración heroica y desencaja cualquier estereotipo), en donde un panfleto puede devenir discurso amoroso y una canción pop, revelar una cita de Marx. 
 
—-Tomado de MásdeArte.com
 
 
“Es un texto en el sentido más estricto: tejido que entrecruza múltiples hilos, construyendo una trama que articula arte, política, vida personal, transformaciones sociales, crisis históricas”
-Roberto Jakoby
Esta antología de textos, nos da acceso a cerca de cinco décadas de proyectos realizados por el artista y sociólogo argentino Roberto Jakoby (Buenos Aires, 1944).  Todo un cuaderno de bitácora que recorre nombres emblemáticos de una historia del arte periférica -no por ello menos importante, tan sólo más desconocida-, inserta en las prácticas conceptuales. Desde su participación en el Instituto Di Tella o Tucumán Arde (1968) a su polémica obra El alma nunca piensa sin imagen desarrollada en la última Bienal de Sao Paulo (2010), se reúnen por primera vez, manifiestos, conversaciones, reseñas, letras de canciones, estudios sociológicos y todo tipo de documentación;  testimonio de las prácticas experimentales llevadas a cabo por este polifacético creador.
En la obra desmaterializada de Jacoby, todo deviene un reto de orden social en la medida en la que participa siempre del otro, de su respuesta, de su compromiso, de su disolución, de ahí sus conceptos fetiche como “tecnologías de la amistad” y “estrategias de la alegría”. Su trabajo queda sujeto o sustentado por la comunidad de la que participa y a la que se da a través de imágenes, de fiestas, de antihappenings, revistas como ramona o antirevistas como Sobre, performances como Darkroom o No soy un clown, intervenciones como “Yo tengo sida”,  desarrollos de redes multimedia de artistas como Chacra99, Bola de Nieve o el Proyecto Venus por el que recibió la beca Guggenheim en el 2000.
Con motivo de la exposición que lleva el mismo título y que se celebra en el MNCARS, hasta el próximo 30 de mayo de 2011, este catálogo ha sido coeditado por el Museo Reina Sofía, la Red Conceptualismos del Sur, la librería La Central y la editora argentina Adriana Hidalgo

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