Nokta, columna para Tribuna del Yaqui, Sección Acentos.

Antes que nada, muchas gracias a quienes notaron mi ausencia y me preguntaban que si porque ya no estaba escribiendo mi columna, yo les decía que porque tenía mucho trabajo, una respuesta mediocre ya que soy la primera que les digo que no dejen de escribir en sus blogs, que sean disciplinados, y todas esas cosas que uno dice cuando es fácil solo decirlas.

Bueno, hablando de escribir y de leer y a propósito del asunto de que en estos momentos está sucediendo la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, esa que tiene el poder de de evidenciar sabidurías presidenciales, les platico que el lunes es mi cumpleaños número treinta y tres, y me he regalado ya una serie de libros:
“Las intermitencias de la muerte”
de José Saramago, “Un sol más vivo” de Octavio Paz, “Como la Lluvia” de José Emilio Pacheco, “Cartas a Lucilio” de Séneca, “Mi vida Querida” de la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2013 Alice Munro y “Me vale madres” de Prem Dayal, este último por recomendación de mi antiguo jefe.

Además, me he ido haciendo en operación hormiga de las ediciones de los trabajos ganadores de los Juegos Trigales de Narrativa y Poesía del Valle del Yaqui, que por cierto, la ceremonia de premiación de la convocatoria 2013 se realizó el pasado lunes con la presencia de los ganadores, Campeche ganó narrativa y Nuevo León la poesía. Tuve la suerte de ser su anfitriona y convivir con ellos.

Bueno, regresando a los libros, ahí les va una confesión, no es que yo me los lea todos de uno por uno y luego me aviente el otro como maratón. Más bien, los traigo conmigo de un lado a otro y los abro a cómo voy sintiendo, algo así como aleatoriamente, random pues. Así es, tal vez, no sea el mejor método del mundo para hacerle honor a un libro, pero es que aún estoy descubriendo como hacer funcionar mi relación con la literatura.

Nunca he sido muy amante de comprarme libros, les he tenido más bien miedo… ¿y si lo compro y no me gusta?, ¿y si no me conecto? ¿y si es en vano? Como que uno no está para gastarse el dinero así nomás pues… una recomendación que tal vez ya la pongan en práctica es que usen las bibliotecas.

Como lo oyen, dije bibliotecas en plural. Pero si nomás está la municipal me dirán, pues no, que me dicen de las universidades, de las escuelas, o ahí les va lo nuevo: la biblioteca de la casa de su vecino o de su familiar o amigo. Antes de comprar ropa, ¿usted qué hace? ¿Se la mide no? Ah, pos yo le recomiendo que antes de comprar un libro vea si le queda.

Use las bibliotecas que tenga a la mano, pida prestado libros, busque en internet, pregunte, dese el tiempo y la oportunidad para descubrir si en ese libro que usted está pensando se encuentra lo que busca, o bien, déjese sorprender por algo que no estaba buscando también. Yo voy a la biblioteca con mi thermo de café y mis audífonos, y empiezo a ver cuales libros pueden ser para mí. Me estoy un buen rato, me siento en el piso, hay que hacerlo con calma, disfrute. Entonces me los llevo y si conecto con ellos, intento hacerme de los títulos para mi propia biblioteca personal.

La sensación de conectar con alguien más es algo maravilloso, y los libros tienen el poder de hacer eso. Les recomiendo que en estas vacaciones, intenten dejarse conectar por un libro. Feliz fin de semana a todos. Y como dice la más reciente portada de Harper´s Bazar: “Que bárbaro, otra vez ya es diciembre.” Besos muchos.

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