Refracción es una columna sobre periodismo, cultura & atardeceres en Sonora y se publica todos los jueves en Proyecto Puente
El jazz. ¿Cómo describir con palabras lo que el jazz hace en nuestro cerebro y cuerpo? Un buen jazz es cómo recibir 10 flechas de Cupido todas al mismo tiempo, es cómo tener sed y tomar un vaso de agua helada en un día de verano, es cómo cuando tienes frío y te pasan una cobija calientita. El jazz es un delicioso trance de intervalos, tiempos, síncopas, fraseos… les escribo mientras escucho jazz, llena de felicidad, con mi mente en otro lado… denle play a este disco mientras leen conmigo:
https://www.youtube.com/watch?v=XHZp6VN6ibU%20
Buscando apoyo moral de cómo ser más atinada para escribirles sobre el jazz, me tope con esta frase de la Revista Replicante: “¿Cómo explicar que el jazz no es música de elevador?”. Además, muy acertadamente, en ese mismo artículo vienen 3 elementos importantes a manera de Guía Mínima para Distinguir la Calidad en el Jazz, los cuales son:
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La improvisación
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La firma
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Lo innombrable
No soy experta en jazz, ni pretendo serlo. Yo sólo me dejo llevar. Pero creo que puedo defender la postura sobre estos 3 puntos respecto a que no cualquier jazz es buen jazz. Primero que nada, por supuesto que tiene que ver la parte de la técnica, la maestría y el virtuosismo. No hay de otra, o tocas fabulosamente o mejor no. Por otro lado el oído del músico es vital por supuesto el cual lo lleva a tener su propio sello y marca personal en su interpretación y unido íntimamente a algo que debe ser indiscutiblemente basado al feeling pues. Y por último, vuelvo a citar a Replicante sobre: “No todo el jazz tiene swing pero siempre el swing es jazz.” Respecto a lo innombrable, eso que quién sabe qué es pero se escucha re-bien y se sabe que está ahí cuando se trata de un jazz tremendo, no sé, es algo que tiene que ver con el tempo, la tensión con algo que hace que se cuestione incluso a la propia técnica y se justifique a través de la creatividad y el talento, por eso es innombrable el último elemento… un músico de jazz es algo así como un místico que abre dimensiones hacia mundos impregnados de sensaciones hipnóticas.
No contentos solamente con gozar el jazz, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha declarado la fecha del 30 de abril como el Día Internacional del Jazz, y lo ha elevado en categoría cultural en base a su poder liberador el cuál viene no sólo a través de sus cualidades musicales sino también desde su raíz histórica desde la lucha y el largo camino de justicia entre las culturas que han producido este género en la historia del hombre.
“El jazz es más que una música, es un mensaje universal de paz que armoniza ritmo y significado, transmite valores significativos para cada mujer y cada hombre y ofrece oportunidades únicas para el entendimiento mutuo, mediante la escucha, la interpretación y la improvisación. Este espíritu ha inspirado a músicos, poetas, pintores y escritores de todo el mundo, y nos recuerda que la cultura es mucho más que entretenimiento: la cultura es una ventana al alma, es la forma que damos a lo que nos es más preciado.
El jazz evoca el poder de la música para construir la paz y reunir a personas de todas las culturas y orígenes. La historia del jazz se asienta en una prodigiosa mezcla de pueblos y culturas, de África, Europa y el Caribe. El jazz puso música al valor que impulsó el movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos, y sigue siendo una fuente de inspiración para millones de personas de todo el mundo que buscan la libertad y luchan por el respeto y la dignidad humana.”
Damas y caballeros, les deseo un excelente día del jazz 2016 y que todas las tardes, al final del día, cuando la refracción llegue y toque su rutina de vida, sientan el poder liberador de servirse una rica copa de vino y sentarse en su lugar de descanso para escuchar buen jazz… y si tienen más suerte, presenciar un concierto en vivo, con la compañía adecuada.
Sobre la autora:
*Erika Tamaura es Maestra en Gestión Cultural con especialidad en Patrimonio por la Universidad de Barcelona. Alumna de Ángel Mestres. Estudios en Relaciones culturales Internacionales por la Cátedra UNESCO de Políticas Culturales de la Universitat de Girona y la Organización de Estados Iberoamericanos. Editora y columnista de temas de arte, cultura y estilo de vida. Impulsora del movimiento blogger en Sonora. Académica en la Licenciatura de Gestión y Desarrollo de las Artes del Instituto Tecnológico de Sonora. Consejera en ISCRADIO canal por internet del Instituto Sonorense de Cultura. Consultora de proyectos y Colaboradora residente de Proyecto Puente desde 2011.
Escucha el #CapuccinoPodcast de Erika Tamaura de esta semana producido por ISC Radio, canal del Instituto Sonorense de Cultura aquí:
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