Nokta, Hablemos de Cultura es una columna cultural semana y se publica todos los domingos en Tribuna Sonora.
Este fin de semana, coincidí en una plática con una parte de la gran comunidad cultural y artística de Sonora. En mi cabeza, repasaba lo que yo quería compartirles: políticas, presupuestos, programas, estructuras, legislación, estrategias… todo aquello que es el pan diario de aquellos que hemos elegido estar en las filas de la administración cultural. Mientras acomodaba las cosas en mi mente, el maestro Ricardo León, un artista a quién he admirado desde lejos, se puso de pie y con una voz profunda y una autoridad que solo tiene aquél que ha dado todo por el arte tiene, hizo el siguiente comentario para abrir la charla entre los asistentes:
“Cuando le propusieron a Winston Churchill durante la II Guerra Mundial que recortara el apoyo para la cultura, él respondió: ¿Entonces para qué luchamos?”. Esa reflexión, que ha sido invocada en otros momentos por el gremio en diferentes tiempos modernos, hizo que mi mente dejara de teclear en mi cerebro el argumento que yo quería compartir, paré de configurar mi mensaje y me dejé sentir lo que hace mucho no sentía: mi corazón incendiado.
Mientras nos encontramos en un momento político importante en el país, y dónde se configuran charlas y encuentros, palabras y discursos sobre mejorar el mundo y de cómo “la cultura es tan importante” pero nos siguen dejando en la sombra y sin presupuesto, hace falta que paremos un minuto y recordemos cuál es la esencia de esta incansable lucha por el lugar del arte y la cultura en el mundo.
Ricardo León terminó diciendo: “Los artistas no hacemos lo que hacemos gracias al presupuesto disponible, sino a pesar de él”, y mientras en mi mente se proyectaban imágenes de las decenas de veces que he querido renunciar a esta batalla que parece imposible de ganar, tan utópica, tan lejana, tan compleja de sobrellevar, mi cuerpo recordaba todas las sensaciones al final de las mismas y me sentí acompañada. Comprendida.
A todos aquellos que nos dicen tercos, utópicos, idealistas, locos, sin remedio, les digo: afortunadamente para ustedes no cederemos ni un paso atrás y daremos pelea las veces que sean necesarias. Porque nuestra lucha es por algo mucho más allá de lo que se puede ver, medir o evaluar, nuestra posición es por aquello que enciende los corazones humanos, sea lo que sea, que eso sea. Gracias por recordarnos eso Ricardo León. Gracias a todos los que a pesar de todo, siguen dándolo todo, para todos.
Foto: con el maestro Ricardo León en una charla con Sylvana Beltrones y Maloro Acosta por parte de la comunidad cultural de Sonora para platicar sobre realidades y oportunidades.
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