Nokta es una columna cultural semanal y se publica todos los viernes en la sección Acentos de Tribuna del Yaqui. 

Todo empezó en algún Festival Alfonso Ortíz Tirado. Yo estaba empezando en esto de la gestión cultural. Las luces aún me encandilaban y todo para mí era maravilloso. Imaginen entonces, que para una joven que inicia en el mundo del trabajo cultural, su primera entrevista de peso, haya sido con el maestro Carlos Prieto.

El maestro, con ese aire de sencillez y magnificencia que lo caracteriza, sin saberlo me bautizó en mi iniciación a lo relacionado con el periodismo, la difusión y mis locuras de publicaciones. Digo locuras por no decir ignorancias. Sonora no era la misma que hoy es. Sonora ha cambiado a cada salto de FAOT.

Escuchar y conversar con el maestro Carlos Prieto puede compararse para mí, con una fina almohada de plumas, puedes escucharlo hablar durante horas y jamás te cansas, al contrario, a cada comentario te acomodas más y más para escuchar y quedas como en este lindo trance de “cuénteme más por favor”.

Por supuesto que la otra cara de mi fascinación por el maestro (y la de cualquiera hacia él) es el virtuosísimo con el que interpreta su legendario Violonchelo Stradivarius sobreviviente de la guerra y compañero de vida.

En aquellos tiempos, cuando aún mi emoción y pasión por cambiar el mundo a través de la cultura era efervescente, (aún la tengo, pero está ya en otra etapa natural de evolución) recuerdo que el maestro representaba para mí uno de esos milagros inalcanzables que integraban toda mi inocencia. Recuerdo también que en el 2011 fui a la charla que ofreció en ULSA Noroeste y al final me acerqué a entrevistarlo con ese interés auténtico en mi rostro que me hizo realizarse la pregunta más tierna que puede hacer una novata: “Se acuerda de mí?”, a lo que El maestro solo sonrío y me mintió piadosamente al decir que sí.

Han pasado los años y el Maestro Carlos Prieto sigue sin saber que ha sido el chelista de mi vida. En diferentes momentos, cuando en ITSON recibimos al Conservatorio de las Rosas, al cual el maestro obviamente está unido; y en otros tantos cuando he recurrido a las fotos que me he tomado con él para presumirlo. Sin duda, el maestro Carlos Prieto ya es una leyenda y quienes hemos podido estar cerca de él en alguna ocasión, resguardamos lindos recuerdos sobre lo que el provoca.

Pueden teclear su nombre en la casilla de búsqueda y ver ahí algunas entradas, a las que se agregará esta misma, en mi canal de youtube, pueden irse a la lista de Capuccino Backstage y al inicio de los videos, podrán escuchar una breve charla con él. Mi envidia total a los que fueron al concierto ayer por la noche, en Hermosillo, dentro de la temporada de los Jueves de Filarmónica del Instituto Sonorense de Cultura, se presentó el maestro Carlos Prieto con la Orquesta Filarmónica de Sonora bajo el director huésped George Hanson, con el estreno en México de “Renacimiento para Cello y Orquesta” una obra del compositor mexicano Samuel Zyman, y Esta noche, en Cajeme, se presenta el maestro acompañado de la Orquesta Esperanza Azteca en el auditorio de Universidad La Salle Noroeste, con un costo de 150.00 pesos la recuperación del boleto, a las ocho de la noche, el evento es organizado por el Seminario de Cultura Mexicana, La Dirección de Cultura Municipal, Fundación Azteca, OCV Obregón y por supuesto ULSA. Disfruten al maestro mientras lo tenemos en Sonora. Les mando un abrazo, disfruten el fin de semana, y llénenlo de deliciosa música para violonchelo, de anécdotas y de ánimo por la vida, y por cambiar el mundo. Por mi parte, tendré junta con el comité de organización de Sonora Bloggers, les contaré vía Twitter todos los detalles y también una reseña próxima del restaurante Ajo y Leña de nuestra estimada Celina. Besos muchos. Muaks!

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