Jengibre, miel y limón.

Nokta se publica todos los viernes en Tribuna Sonora.

El martes por la noche, caí. Los ojos me dolían, la espalda me apretaba, mi nariz y mi garganta estaban pasándola mal. Gripa.

Inmeditamente empecé con medicina que me ayudára a seguir trabajando con mi ritmo normal. No hice caso de parar, de quedarme en mi casa para recuperarme. No. Yo seguí. Porque en mi cerebro la instrucción de que el mundo se cae a pedazos sin mí está señalada con colores neones en uno de mis rincones mentales.

Una amiga me recomendó que hiciera una mezcla con jengibre, miel y limón. Me lo dijo el miércoles y apenas hoy viernes estoy por hacerle caso. Me haré el tónico y planeo estar en cama todo el fin de semana. Qué curioso. No recuerdo que en mi casa haya habido jengibre cuando era niña. Más bien me suena a una cosa exótica que sólo escuchaba en las peliculas anglosajonas que hablaban de galletas de jengibre.

Hace poco, por unos hotcakes de avena que preparé del recetario de la bloguera Sisy Garza fui por primera vez en mi vida a comprarlo.

Dicen que es una raíz milagrosa, originaria del sudoeste asiático (China y parte de India), que crece en casi cualquier clima tropical, cuando entró a Europa fue usado por los griegos y los romanos, siendo los árabes los que lo comercializaron.

El jengibre es una de las plantas medicinales más populares en China, conocida como ¨jiang¨ que significa ¨defender¨.

Por otra parte, la miel, ese elixir que las abejas (que me dan tanto miedo porque una vez me picó una en la espalda) transforman con su proceso industrial de alta tecnología y que madura en el panal tiene una producción media mundia de un millón doscientos mil toneladas.

Entre sus multiples beneficios terapeúticos, dicen que la miel ayuda a cicatrizar.

No puedo evitar siempre que escucho miel, recitar en mi mente El Cantar de los Cantares:

” Que me bese con los besos de su boca, porque mejores son tus amores que el vino. Dame un beso de tus labios, son más dulces que el vino tus caricias. Bésame, una y otra vez, porque tu amor es más dulce que el vino.

Prendiste mi corazón, has apresado mi corazón con uno de tus ojos.

Como panal de miel destilan tus labios, huerto cerrado eres, tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, de flores de alheña y nardos; nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas.

Fuente de huertos, pozo de aguas vivas… soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.¨

Cómo ven, este resfriado me tiene poética, agarrando los ingredientes exóticos para mejorar el malestar.

Esta noche me haré una mezcla de jengibre miel y limón, no solo para mi gripa, sino para el corazón. Defender y cicatrizar.

Estaré en mi cama, con mis kleenex de eucalipto y mentol viendo Selecta TV por si me necesitan.

No les doy besos, porque traigo gripa. Hasta pronto, de lejitos.

Cup of ginger tea with honey and lemon on wooden table

 

 


Comments

2 respuestas a “Jengibre, miel y limón.”

  1. ¿Y funcionó esa mezcla? Estoy tomando medicamento, pero me gustaría empezar a tomar algo para prevenir, no soy tan fan de los fármacos, a pesar de que por muchos años tomaba en exceso. Saludos, espero estés mejor.

    1. Si funcionó! espero te sientas mejor!

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