A través de la mirada sobre la cultura de un grupo social muy específico en Cd. Obregón, la película muestra el conflicto de un hombre sonorense entre la vida de éxito, dinero, el crecimiento profesional y el instinto de hacerle caso a su pasión personal.
Buen ritmo, buena propuesta. Buen equipo.
Yo iba esperando una cosa y salí gratamente sorprendida. Creo que tiene un equilibrio escénico muy bueno y además, se nota la mano de un director que disfrutó su catársis y proceso de creación.
Inteligentemente diseñada y estratégicamente posicionada, Casi Treinta es sin duda, la pieza que está marcando el antes y el después de la industria cinematográfica en nuestro pequeño mundo, acá, donde los señores padres son la consecuencia de los abuelos y reciben besos sinceros de amor de sus hijos varones, pero quienes se empeñan en no dejarlos seguir su propio camino por que hay que cuidar las tierras y además eso es para homosexuales o para los fracasados. Después de todo, alguien tiene que cuidar el apellido y arar la tierra… Así como le sucede al co-protagonista de la película, que a final de cuentas, juega la parte clave de la trama y hace que todo tenga sentido.
Mi escena favorita sin duda: Emilio
al salir de su casa corriendo después de recibir una llamada. Todos en la sala de cine corrimos junto con él.
Alejandro, esperamos pronto la versión femenina en “Casi Cuarenta”: Mujer, al norte… Me imagino la
Historia… Cuéntala Porfavor.
Felicidades.
El director, Alejandro Sugich en la premier de Casi Treinta en Cd. Obregón:
Entrevista con Alejandro:
https://vine.co/v/M3aWgE1wO6A
http://instagram.com/p/rv6oqKpjV3/
El aplauso de los sonorenses, créditos:
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