Mi hermosa hermana Giselle, me dijo hace meses: ¨No basta con que digas que crees, tienes que decir su nombre. Le tienes que llamar por su nombre, y su nombre es Dios ¨
Mi historia personal con la religión, inició desde la música. La liturgia la aprendí cuando era adolescente desde los cantos y lo salmos, gracias a muchas personas que llevo en mi corazón, en especial el Coro 12 de Catedral, Paquita y todo lo que había alrededor de ese hermoso tiempo.
Hoy, ayudo con el Coro de niños del catecismo de Erik y el Coro Shema, se ha convertido para mí, en una nueva forma de unir la fe que yo tenía de adolescente con mi presente, con los retos, adversidades y sequías de mis momentos por los que transito… este Coro representa una reconciliación para mí, después que, pasados episodios fuertes en mi vida, yo había olvidado el nombre de Dios.
Soy muy afortunada y bendecida de compartir cada domingo con personas hermosas enamoradas de la música, y de Dios.
Si hay alguien que haya olvidado el nombre de Dios, llegará el momento que pueda pronunciarlo de nuevo, y cuando lo hagan, el corazón se les abrirá de par en par, y el amor será como una manantial que no deja de fluir. Se los digo yo. Yo soy testigo de que Dios es fiel, que no abandona, que sostiene y que sus promesas se cumplen.
Los abrazo a todos!
#NowPlaying Cuando Menciono Tu Nombre de 20-20
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