A un costado de la cuadra en dónde está ubicado el Instituto Sonorense de Cultura, al caminar unos metros, se encuentra una puerta para “Lolavuela Café”, un lindo espacio vintage recién adaptado, que te hace sentir que estás en la casa de la abuela…
Al entrar hay una barra muy mona y al centro un patio lleno de luz. Conforme rodeas el patio puedes ver distintos salones ambientados en colores vibrantes que mezclan piezas antiguas, como seleccionadas de otras casas las cuales integran un ambiente que te invita a quedarte. Alina me llevó al último salón, cerca de la cocina, dónde ordenamos café de talega, molletes, chilaquiles y un pedacito de pastel de chocolate cuando llegó Marcela. Al final pedí un agua de cebada DELICIOSA.
Realmente es un hermoso lugar con rica comida. Felicidades por la propuesta.
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