Hace unos años, hubo gente que me dijo que yo era una presumida y que tenía sed de ser reconocida. Esas personas me criticaron por que en ese momento se me abrían espacios y tenía personas que coincidían en mi sintonía. A partir de que esas personas salieron de mi vida, empecé a ver las cosas diferentes, apartando mi concentración de las envidias y aceptando que a veces a una se le dan las cosas de manera natural, eso sí, apoyándose de trabajo y disciplina.
Antes de explicar porque les digo esto, les voy a contar, con la confianza que nos tenemos y que no salga de aquí, algo muy bueno que me pasó el martes pasado. Mario, el del ISC, estaba programado para dar una conferencia en la sexta jornada académica de la Licenciatura de Gestión y Desarrollo de las Artes de ITSON. Ese día, yo me desperté, apuré a Erik, desayunamos, dude en tomar mi maletín con la laptop, la tomé… llevé a mi hijo a la escuela y llegué a mi sesión de Terapia con Martha. Mario tuvo una contingencia que retrasó su salida desde Hermosillo y entonces había un desfase de 40 minutos en el programa.

Me pidieron que si tenía alguna conferencia preparada y la loca de mí dijo que sí. Uno nunca dice que no a hablar en público, es decir, cuando estás así de loca como yo. Hablé de algo que consideraba importante y no iba a dejar pasar la oportunidad para decirlo.

En el Público estaban jóvenes estudiantes en una plataforma muy distinta a cuando yo me gradué de la universidad. Inicié diciéndoles: Ustedes son su proyecto más importante a gestionar.

Cuando uno es gestor cultural, se llena los bolsillos de miles de proyectos, portafolios, sueños, casi siempre para otros, para el servicio del desarrollo cultural colectivo. Y a veces uno se olvida de uno. Les hablé de que ellos como gestores, son líderes de opinión, que lo que tienen que decir es importante, que deben tener una postura definida y que tienen que diseñarse una firma propia. Deben ser críticos e investigar. Siempre investigar.

Les dije que como gestores, son también editores y curadores de su agenda personal, de lo que sucede en su día, de lo que hacen, que en el momento que tomen con seriedad el fenómeno de la auto-editorialización y crean que todo lo que realizan es sumamente atractivo de difundir, entonces, podrán encontrar la pasión de difundir a otros; para esto se necesita disciplina, conocimiento y visión. Eso se agarra con la práctica y cuando en lugar de poderte quedar dormido 5 minutos, madrugas y le das duro.

Además, les hablé de el gestor y sus redes, sobre la necesidad de existir en la web, de la posibilidad de ser escuchados por todo el mundo, de poder experimentar la aventura de la accesibilidad en piel propia para así entonces, sentir lo que significa contribuir al acceso de otros, hagan un podcast, hagan un canal de tv en su youtube… el gestor tiene el compromiso de compartir.

Les hablé del gestor y el asunto de las relaciones públicas y de cómo esta profesión no tiene hora de irte a casa y que tu trabajo es diferente a los demás, de cómo es necesario estar inmerso en el juego y que si no van a las actividades culturales que se programan entonces que cambien de profesión, les hablé de hacer sus redes, de conocer a la gente que opera esto, de ser sensibles y estar presentes, que la gente los vea, que los conozca, que sepan que están ahí…

Y por último les hablé de que el gestor es un guardián de la memoria colectiva, porque el desarrollo cultural es algo que se construye piedra sobre piedra, y ellos (y todos) traemos una piedra en nuestras manos para colocarla. Cuando recuerdo esos años tan duros de crítica, machismo y agresión contra lo que para mí era algo que se me daba de forma natural, me doy cuenta que uno tiene que pasar esas cosas para elevarse por encima de ellas y que hoy en día cuando alguien me pide dar una conferencia improvisada, puedo hacerlo porque lo que menos tengo es presunción y sed de fama, lo que tengo es hambre de ayudar a impulsar y decirles que si yo he podido abrirme un espacio firme en la gestión cultural, cualquiera puede, no soy una improvisada e inicié mi charla diciendo que le debo a mi universidad lo que soy.

Precisamente porque no era orgullo ni falso deseo de fama lo que yo quería y buscaba, terminé por comprender en ese momento de la conferencia, que cuando la vida te da la oportunidad de brillar, debes tomarla, porque es la manera cómo puedes ayudar a los demás a decirles que no tengan miedo de brillar. Porque con tu luz enciendo mi luz.

Gestores no tengan miedo a ser autores y medios de difusión.

Gracias a quienes alguna vez me atacaron, porque me hicieron ser humilde para saber que para servir a los demás, uno tiene que abrazar su vocación, frente a cualquier adversidad o crítica. Gestores, busquen ser los mejores, sean su proyecto más importante con todos los medios que tengan al alcance.

Mídanse con la vara alta y compartan con todos lo que tanto trabajo les cueste hacerse para ustedes mismos.

Les deseo un excelente fin de semana y quiera Dios que Leonardo gane el Óscar.

Nokta se publica todos los viernes en Tribuna del Yaqui, sección acentos.

img_7478-1.jpg img_7470-1.jpg img_7477-1.jpg img_7476-1.jpg

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *