Creo que lo mío es lo abstracto. Me llama de sobremanera tener la libertad de correr con la mirada…. Bajar, subir, voltear.
Cuando entré a la sala lo primero que imaginé fue el universo. Luego la tierra, el agua, el viento… Sentí como entraba a un trance ligero donde me veía por encima, en la atmósfera, observando hacia abajo.
Después era como si estuviese dentro del agua, suspendida, mi cabello flotaba y mis ojos se entreabrían. Mi piel estaba oprimida.
Luego sentí calor. Sentí la tierra caliente. Las piedras, la picazón. Lo aspero.
Después volteé y ví atardeceres. Atardeceres y poesía.
Eso fué lo que yo ví.
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